14 abril 2014

Le colombine di pasta di mandorle

Texto y fotos pertenecen al blog La Zuccheriera

Mi piacerebbe avere il tempo di scrivere la versione italiana, mi piacerebbe...

Las galletas de almendra de Semana Santa

Piso por el supermercado en estos días con sensación de alivio: por lo menos aquí todavía tienen huevos cuando hay que tenerlos. Que no es exactamente lo que ocurre en mi Parlamento ni en el vuestro.

En el súper hay huevos, y colombe, rellenas de cosas tan maravillosas y variadas que resultan imposibles; yo, sin embargo, como voy siempre en dirección prohibida (y a menudo sin salida), tengo ganas de torrijas. Así que la semana pasada piloté con éxito a un amigo que estaba en Madrid hacia Lhardy y, luego, hacia Mallorca. Y ya lo doy todo por celebrado, estas vacaciones que empiezan hoy.

Porque vacaciones necesito, sí. Me pasan cosas raras. El domingo pasado, volviendo de Perugia, vi salir hacia Cesena un autobús de "Autoescuela El Pilar", de Salamanca. Nada raro (o exageradamente raro) si no fuera porque llevaba matrícula búlgara. O sea, supongo, "El Pilar" de Salamanca le ha vendido el autobús de las prácticas a unos búlgaros que ahora viajan por el norte de Italia. Tenía las manos ocupadas dentro de una bolsa de galletas (por lo demás, el coche va solo) y no me dio tiempo a sacar una afoto. Pero os lo juro por el bollo maimóm, que lo vi.

Al día siguiente, en la rotonda de los hospitales, en Padua, se había encallado un autobús de Murcia, cargado de peregrinos de vuelta de San Antonio. Un caos en la hora punta y los murcianos atravesados, agarrándose de los cirios que habían comprado en la basílica. Bajo del coche y le pregunto al autobusero que qué coño hace. Me mira y me dice: "Tú eres de Salamanca".

En fin, que en ocasiones veo cosas que ni con el sexto sentido.
Sé que diréis que este blog hace mucho ya que está de vacaciones. No siempre el autor y la obra van por el mismo camino. Hoy, de alguna forma, ya es Resurrección.

Abrazos semanasanteros a todos, con todo el cariño de siempre. Gracias por escribirme, por los comentarios que me dejáis por el blog, por esta cercanía que nunca me falta y que sabéis que os tengo.

Un beso,
Monica


Cosas que pasan, de izquierda a derecha, empezando desde arriba: 1) el Instituto Cervantes me envía el certificado del  DELEC2 diecisiete años después de haber hecho el examen. Nadie puede imaginar lo que ha significado para mí ese día (tanto el del examen como el de la llegada del certificado).
2) El mar de Misano Adriatico, el que veo todos los fines de semana desde que empecé el máster en traducción literaria de la universidad de Urbino, 3) y el prado de margaritas delante del edificio de clases.
4)  En Perugia, la semana pasada, el el primer "Encuentro" italiano de las literaturas españolas.
5) Encuentro con Luis Sepúlveda, Paco Ignacio Taibo II, Santiago Gamboa, Bruno Arpaia, Fernando Iwasaki. 6) En Bolonia, en la feria del libro infantil, encuentro con María Teresa Andruetto e Ilide Carmignani, que es su traductora en Italia. 7) Las camelias del jardín de mis abuelos, que ahora es el mío. Lo hacen todo solas. Yo no las toco, nadie las ha tocado en los últimos cinco años por lo menos. Eso es amor.

La receta, para 12 galletas:

150 gramos de harina de almendras
150 gramos de azúcar glass
un huevo pequeño
aroma de azahar, unas gotas

En un cuenco, mezclar la harina del almendras, el azúcar, el huevo y la esencia hasta obtener una masa homogénea. Meterla en una manga pastelera y estrujarla dentro de unos moldes para galleta con forma de "colomba" (o, simplemente, darles a las galletas la forma que uno desee). Dejar secar al aire las galletas unas cuatro horas y luego hornearlas 10 minutos a 190º con calor arriba y abajo. Espolvorear con azúcar glas cuando se hayan enfriado.


No hay comentarios: