11 junio 2012

La frittatona di biete, con la focaccia

Texto y fotos pertenecen al blog "La Zuccheriera" en su sede italiana


Fa paura la Spagna? In campo, no. Sui mercati, vedremo. Azzurri, inaspettato orgoglio senza pregiudizi!
La frittatona con le coste me l'hanno data fatta, la focaccia no. L'ho messa qui.

La tortillona italiana de acelgas. Y una focaccia más.

Alérgica.
Al olivo, en una tierra de aceite.
A los rescates bancarios hechos con nocturnidad y alevosía en fin de semana.
A quien (me) opone el silencio; la supremacía de la palabra, siempre.
A la ministra que espera a la virgen para que nos eche una mano y, mientras tanto, pincha burbujas (no inmobiliarias, se supone). Dirán que también es una forma de empleo.
Al sol. Quince minutos sin protección y soy un surtido de rojeces y sarpullidos.

Mis antihistamínicos:
- sacarme fotos con Mattia (aunque en público aparezca sólo yo. Él es menor. Muy menor ;-))) ).
- untarme exageradamente de crema "Piel de mantequilla" (la vi y pensé ésta es la mía. Me falta la mermelada para nueve semanas y media)
- leer a Margaret Mazzantini. "Nadie se salva solo" se llama el libro en español, recien traducido. En su escritura me reflejo.
- escuchar a los demás. Y a Antonello Venditti, "Unica" (no falta el acento, es así).
- hablar y reírme mucho. Pero mucho mucho.

Y ser muy feliz con una frittata como ésta o con un correo inesperado después de una noche de tormenta. Pequeñas grandes cosas del primer lunes de rescatados.
Un beso,

Monica

Mi precioso olivo toscano. Crema "Pelle di burro". Es verdad que "Nessuno si salva da solo". Mattia (invisible) y yo nos tumbamos en el suelo y nos reímos de todo. Tormenta que se acerca, desde mi ventana asomada a los Alpes del mármol.  Salgo a pasear con ella. Me gusta y lo sabe.

La frittata me la han dado hecha.
Acelgas cocidas, repasadas en una sartén, es decir, con una pizca de aceite, sal, pimienta, ajo y cebolla. Mucho parmesano y huevos de verdad (de los que pocos tienen). 
La tierra sigue temblando, aquí  os podéis hacer una idea de lo que significa. Hemos empezado a echarle parmesano al café, en lugar del azúcar; la solidaridad nunca es suficiente.

La focaccia la he hecho yo, al vuelo, sin pensar mucho. Ya no hago pan como antes, no me sale del alma.

Eran:
600 gramos de harina con alto contenido en gluten. En España www.elamasadero.com
1/2 cucharadita de levadura seca de panadería
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
2 vasos, de los de agua, de agua templada

Tandas de amasados breves, pausas largas.
Leudado de 5 horas a 25º.
Deshinchado, una tanda de pliegues tipo C (ver mi blog del pan), estirada con los dedos en un molde bien untado con aceite y untada la superficie de la masa con bastante aceite también.
Segundo leudado hasta casi doblar el volumen.
Cocida a 220º sobre piedra refractaria.

4 comentarios:

ro dijo...

Uff! Ya no hago pan como antes, no me sale del alma. Sabias palabras , Mónica. Llevo una temporada de poca cocina y menos pan, solo el justo y necesario. Se ve que no me sale del alma.

Y con este panorama, que dios nos coja rescataos!

Besos.

Maria Jose-Dit i fet dijo...

Eres única redactando...y tentando con tus recetas ;)
Un besito guapa!

Ajonjoli dijo...

pues espero que te vuelva a salir del alma, buena señal será.
Por aquí no me vendría mal la crema de piel de mantequilla. Por muchos años que pase en estas tierras, si me da el sol 15 minutos me achicharro. Y nunca termino de ponerme morena, ¡imposible!

Monica Bedana dijo...

Los últimos años me han enseñado que para hacer pan hay que querer mucho. En el úlitimo año he maltratado a mis masas y ellas lo han notado. Supongo que nos estamos dando un tiempo.
Gracias a todas, muchos besos.