08 julio 2012

I sofficini Findus fatti in casa
(un grande classico contemporaneo)

Texto y fotos pertenecen al blog La Zuccheriera
Oggi, in via eccezionale, testo strappalacrime e ricetta qui. (vietato abituarsi).

Empanadillas fritas Findus -un clásico italiano contemporáneo- hechas en casa

En la lejanía todo se idealiza.
Llegará un día en el que, lejos de aquí, sé que conseguiré idealizar el tomate frito Solís, las lonchas de fiambre cortadas como chuletones (tagliato sottile, grazie), el circular por las rotondas con la sensación de estar jugando a la ruleta rusa. A lo mejor hasta llegaré a idealizar a Shakira y Allissson, las perras histéricas de la vecina brasileña (con esos nombres, normal que estén pa' sicoanálisis), o al vecino belga que en verano se pasea a las tres de la mañana con una bolsa de Ikea en brazos (que prefiero no saber qué contiene porque me he hecho unas ideas feísimas) -somos una urbanización internacional, oh yeah-.

De momento todavía lo que estoy idealizando son las guarreridas de la infancia del otro lado de los Alpes (la idea platónica de Italia a veces juega malas pasadas). El caldo de pastilla lleno de glutamato con el quesito Mio desleído, el arroz con Pomito (tomate de guiri, el primo italiano de Solís), el Ciobar de chocolate blanco. Y, por supuesto, los sofficini Findus, la fritanga que ha alimentado mi metroochentayuno incluso a escondidas. Hasta que un día dentro del tomate encontré un clavo (que aquí nadie ha nacido gourmet) y terminó el idilio en el dentista. Treinta años después he querido retomar la relación. Ciertos amores no se acaban nunca, dan giros inmensos y luego vuelveny no lo digo yo.

A mí, sin embargo, que no me idealice nadie, aunque los ambientes del PP e incluso la Zarzuela se hayan alborotado al conocer mi habilidad con las armas y mi experiencia en cacerías (no, lo siento, en este momento no tengo tiempo para darle clases a Froilán). Todo el mundo tiene defectos. Y yo tengo un punto rabudo bastante curioso y el dedo pequeño del pie izquierdo con dos uñas (esto también herencia de Bedana Senior. Él tenía las dos uñas en el pie derecho, obviamente. Y explica muchas cosas. El rojo y el negro ;-))).

Y por la serie "os presento a la familia", hoy le toca el turno a él, por treinta años de fritanga y de amistad. A él nunca le he echado de menos porque siempre está allí.
Su chupa de papel albal y mi vestido con manchas de leopardo, las prendas más sexy del liceo. La chupa se la eché a la papelera el día que empezó la selectividad y el vestido felino me procuró una ovación por parte de los compañeros y la expulsión automática por parte del profesor de latín (Bedana, fuori!) el día que me presenté en clase como Amanda Lear. Nueve en conducta todo el año (y el resto de mi vida).

Por sus momentos de gloria y por los míos. Por los menos gloriosos, en los que pensamos coger una fragoneta Findus y darle al congelado a domicilio (tú conduces, yo reparto.La que conduce soy yo, que él es terrorífico al volante). Por los dolorosos y los solidarios y los familiares. Por la política. Por mis maletas perpetuas (otra vez te vas, invereconda, sinvergüenza) y su quedarse (en el territorio, para defenderlo. Lo orgullosa que estoy de lo que hace, que se me saltan las lágrimas). Por ese colesterol salvaje que nos gusta, la mayonesa, la mantequilla, el helado de Ringo, las lentejas a la una de la mañana después del panettone, desayunar frittelle y estar malos un día entero (cuatro por barba, qué cerdos). Hacer tarta de chocolate juntos y morir en el intento. Una caja de sfogliatine entre dos con un espresso.

Su decirme pórtate bien, que en realidad significa ponlo todo patas arriba que así me gusta.
Decirse todo sin hablar.
Vecio, te vojo ben (esto sin traducción, porque llegados a este punto a él se le habrán caído ya por lo menos tres pelos del flequillo).

Ahora, la receta fritangosa.
Y el último, jugoso número del cuaderno Trea, dedicado a la semana negra de Gijón.
Besos de lunes,
Mo'

Para 12 sofficini, redondeles de unos 10 cm de diámetro
Para la masa:

200 ml de leche
100 gr de harina
30 gr de mantequilla
sal

Poner a hervir leche, harina y una pizca de sal. Cuando alcancen el punto de ebullición echar la harina toda de un golpe y remover rápidamente. Cocer hasta que la masa se despuegue de las paredes del cazo. Esperar unos minutos a que se enfríe un poco y formar una bola. Envolverla en celofán y dejarla reposar 15 minutos. Estirarla sobre una superficie ligeramente enharinada; el grosor será de unos 3 mm.

Cortar los redondeles y llenarlos con salsa de tomate, bésamel casera y jamón cocido italiano (lo diré...cotto Ferrarini del Corte Inglés...aissss...lo he dicho).
Mi receta de la salsa de tomate para esto la pondré pronto. Si me acuerdo. :-)))

6 comentarios:

ro dijo...

Es verdad que dolemos idealizar los sabores, y olores de la infancia y de los momentos felices, y cuando los retomas a veces no son lo que creíamos.

Besos.

Virginia dijo...

Monica, el tiempo y la lejanía te lleva a idealizar todo aquello que añoras. Pero de seguro que en esa idealizacion hay mucha verdad.

Me ha encantado tu entrada.

Bss y buena semana.

Virginia "sweet and sour"

Laura dijo...

Me ha encantado tu post, Mónica! las perras de la vecina, la idealización de las guarrindongadas de la juventud (a mi me daba por hacerme huevos fritos con patatas cuando volvía a casa de fiesta!... lo mejor para irse a dormir!), las clases de tiro a Froilán, la chaqueta de papel albal... pero lo que más me ha gustado es esa amistad de 30 años...ainss, qué bonita! Besos

Liliana Fuchs dijo...

Me ha hecho gracia porque me ha recordado mucho a mi padre, y sus nostalgias de guarrerías varias de Suiza. Volver con él al pequeño país, recorrer un supermercado y que la cosa más tonta le ilumine la cara de ilusión y recuerdos no tiene precio :).

Es curioso, la marca Findus vende o vendía unas empanadillas en España que mi hermano y yo devoramos durante una época de críos, pero no se parecían a estas!

Caseras mucho mejor :).

Un abrazo

PD. Más fotos, más más! Soy uan cotilla :P

Monica Bedana dijo...

Chicas, gracias. Estoy tomando el té de las 7 de la tarde (en realidad es el horario italiano de cenar, mi panza siempre está en otro huso horario) y comparto con vosotras virtualmente un trozo de tarta casera, en el que se diluyen todas las añoranzas.
Besos para todas.

Unknown dijo...

Hace tiempo deje de comprar congelados para freír. Prefiero que estos fritos sean algo que me lleve más esfuerzo. Y sin embargo, ahora que veo esto, me acuerdo de esa cosa con forma de empanada pero textura de empanado rellenas de jamón y queso, y pienso ¿¿por qué?? No sé si lo tuyo es lo mismo, pero visualmente me ha recordado, así que voy a guardar la receta, y se la voy a pedir a mi novio (a él estas cosas se le dan mejor).

Aunque no tenían esa caja tan divertida que nos muestras, y no sé si eran Findus o La cocinera, pero bueno, una imagen vale más...

Por cierto, mi madre me lo enseñó bien desde que me fui a estudiar fuera: "Y cuando compres el jamón, vas al Corte Inglés y pides Ferrarini, que es el que (me) comes en casa". El me no lo puso, pero me gusta xD
Y ahora ya hay un Hipercor que hasta tiene una nevera ella sola con productos Ferrarini, qué peligro!).

Un besito!!!!