Un amico spagnolo del nord mi dice che va a Venezia in agosto.
Mi sento morire per lui, per la città e per me stessa. Lí niente è più come lo vedeva il mio sguardo di adolescente ammaliata che vi trascorreva tutti i sabati pomeriggio. Una bombola di ossigeno subito per una città che da troppo tempo sta morendo soffocata dal ritorno dei barbari. Regione Veneto dove sei, non è abbastanza. Non è mai abbastanza.
La ricetta, qui.
Helado de amaretti, con pasas y canela
Un querido amigo compostelano me cuenta que el mes que viene se va de vacaciones a Venecia.
Me siento morir. Por él, por la ciudad, por mí misma y mis recuerdos.
Y por esos 30 millones de turistas de quita y pon que visitan la ciudad más indefensa del mundo cada año, gastándose como mucho 16 euros por barba en un día. Es el precio de la entrada al solo Palazzo Ducale, así que no me salen las cuentas.
Y por los 59.000 venecianos que allí nacieron, que todavía no se han ido -héroes- que tienen solo 3 fruterías en toda la ciudad para hacer la compra y que si se ponen malos no tienen ya ni siquiera hospital porque el del Lido ha sido vendido y el que queda en el centro no tiene ni aspirinas.
Por esos palacios que se caen a trozos, comidos por la sal, porque todo el dinero de la administración pública lo engulle el sistema MOSE, un mar de cemento bajo la laguna, la muerte del ecosistema y el agua alta , alta igual que siempre.
Por la economía sumergida, las infinitas casas de huéspedes en negro.
Por la pacotilla china que se vende en todas partes y ha borrado del mapa a la artesanía local.
Por esas botellas de plástico que acaban flotando en el Canal Grande junto con los cartones de pizza porque los vándalos desconocen el invento de las papeleras.
Por esos rascacielos flotantes, como la denostada Concordia, que violan la plaza de San Marco.
Por esos ricachones a los que se les ha dado barra libre para comprarse a trozos el patrimonio público, el patrimonio de la humanidad. Ese 1% que se cree que todo se puede comprar y me revienta.
Me duele tanto Venecia que no puedo ni echarla de menos, por eso me he alejado de ella físicamente y la defiendo a muerte con la pluma en la distancia.
Por la mañana, con la cara lavada, mi mirada sigue siendo la de esa adolescente que todos los sábados por la tarde cogía el tren de las tres para perderse por el ghetto en busca de unos hipotéticos orígenes hebreos que a su padre no le hacían del todo gracia. Que se asomaba al agua delle Zattere comiendo helado de gianduiotto. Que siempre regresaba con la mejor tarta de ricotta del mundo. Y que con unos años más suspiraba por los bolsos de la tienda de Bottega Veneta. Todo esto sin tener que abrirse camino a codazos entre un puente y una calle. Y, preferentemente, en invierno.
JL, a pesar de todo te envidio, que lo sepas. Un abrazo público,
Mo'
PS: Comparto esta foto que un amigo twittero de Umbria ha titulado "Comunismo espontáneo casero". Y esta otra de Castiglione del Lago, Lago Trasimeno. Umbria también siempresiempre.
De espaldas alle Zattere. Nunca de espaldas a Venecia.
El helado es el que ofrece la casa. Esta casa.
200 ml de nata para montar (sin montar)
300 gramos de leche
80 gramos de azúcar
una pizca de sal
3 cucharadas de Marsala u otro licor dulce al gusto
150 gr de amaretti desmigajados (los míos eran del Lidl y habían caducado en el 2009. Pasa nada)
una cucharadita de canela en polvo
un puñado de pasas ablandadas en agua caliente y Marsala
Deshacer el azúcar en un poco de leche templada y poner todos los ingredientes, excepto las pasas, en la heladera a mantecar. Añadir las pasas a mano, al final, escurridas y bien secadas.
14 comentarios:
No conozco Venecia, Mónica, y es uno de mis viajes pendientes, pero me da una pereza el turismo de aglomeraciones... Desde luego que si un día voy, será en invierno.
Besos.
Ro,
es que me dan ganas de decirte "no vayas, que en los libros es mejor" pero luego no puedes no ver nunca con tus ojos el paraíso de Tintoretto:
http://www.backtoclassics.com/images/pics/tintoretto/tintoretto_paradise.jpg
De todas formas, para que yo lleve a alguien a conocer Venecia tengo que quererlo mucho mucho...porque me cuesta.
Un beso.
Entiendo perfectamente lo que te duele Venecia... una joya mal conservada por la ambición y la corrupción de unos cuantos...
El helado riquísimo!!! tomo buena nota de la receta.
Besicos
He estado en Venecia dos veces: la primera en 1989, cuando actuó Pink Floyd en un escenario flotante en los canales. La ciudad quedó arrasada.
Luego volví en 2005. A pesar de lo que dices, Mónica, es una ciudad mágica. Pero entiendo tu tristeza. Intereses económicos y mafiosos a parte, uno debe ser viajero y no un puto turista.
Siempre nos quedará tu helado ;)
Jesús
Marylou,
y me duele más porque me hace formular pensamientos clasistas sobre el turismo low-cost. Y tengo ganas de coger un pico y darle al MOSE. En fin fin, que pensar en la ciudad en agosto saca lo peor de mí.
Un beso.
Jesús,
estuve en ese concierto. :-)))
Irrepetible, gracias a dios!
Y si volviste después de eso quiere decir que no eres un puto turista, de alguna forma me reconforta.
En verano es como tener a los Pink Floyd tocando en remojo las 24 horas, no se puede sostener.
De momento nos queda el helado...mañana puede que ni eso.
Besos.
Mónica, Venecia es mi sonrisa y mi tortura. Sonrisa porque me siento como si perteneciera a cada puente escondido de cualquier callejón anónimo, como si hubiera vivido allí de siempre y formara parte de muchas historias ocultas. Y tortura porque la actitud de los vándalos visitantes me provoca nauseas. Siempre cojo el avión de vuelta con mirada nostálgica, de esas que implican una despedida sin fecha programada. Digo que ya no volveré nunca más, que prefiero atesorar mis buenos recuerdos y no estropearlos con continuas decepciones. Procuro mantenerme firma en mi actitud, pero no siempre es fácil. Hay algo más poderoso que la firme convicción de no querer volver que me atrae irremediablemente. Estuve el pasado mes de agosto con mi hija (creo que nunca olvidará ese viaje, y yo tampoco) y volví el pasado mes de abril (Venecia en invierno es difícil y maravillosa). En ambas ocasiones he jurado no volver. No sé si podré cumplirlo. Baci.
Cósima,
tú juraste no volver en el pasado y no compliste; probablemente me tocará lo mismo en un futuro próximo.
Un beso grande.
Hola Monica, he estado allí este fin de semana, he visto los fuegos, me ha enamorado, a pesar de todo y de todos, spritz en la naraxeria con los pies sobre una silla para no mojármelos, a pesar de la "puzza" del turista americano de la mesita de al lado, he comido sarde en soer, que me han parecido exquisitas, me la he caminado todo lo que he podido y a pesar de todo espero volver... por cierto no he subido en góndola
Amparo
Mónica, tus palabras cada día me llegan màs!
Guapísima en la foto y el helado, ay! Depués del horno ferrari será lo próximo que neceite!
Un beso!
He estado en Venecia unas cuantas veces. Siempre son pocas.Soy la tutrista perfecta. Me gusta cada rincón, cada piedra, cada museo, cada cuadro... Adoro subir y bajar de los vaporettos, visitar la islas y entrentenerme en las tienndas donde venden cristal
Y, por supuesto... adoro los helados. Este tuyo me lo apunto, sin galletas caducadas. Todavía tengo que comprar unas.
Si es que de de verdad cómo sois y cuánto os quiero...resulta que me apeo de Venecia y vosotros vais en tropel y la cuidáis por mí...
Millones de besos,
Mo'
Desde hace unos 35 años procuro ir todos los años -fallé el pasado- y como no me la 'aprendo' bien, estoy condenado a repetirla; y eso que he tratado de aprobarla en todas las estaciones del año (me quedo con la Venecia invernal). Mis chicas son 'florentinas' pero yo resisto.
Me quedan docenas de palacios, campillos, iglesias que no me conocen. Y es una pena, ya que soy terco, pero de trato fácil.
Monica, trataré de gustar alguno de tus momentos venecianos.
JL desde Compostela
JL,
gústalos por mi también.
Mo' desde la meseta, de momento
¡Riquísimo! Soy tan fanático de los "gelatos"...Te comparto una receta para hacer base para helado de mango y menta: http://moulinexasidefacil.blogspot.mx/2012/01/base-para-helado-de-mango-y-menta-el.html
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