...ésta que nos hizo hoy Jorge a Anna y a mí en la Plaza Mayor de Salamanca con una crostata que no es de Viena Capellanes y que, con la complicidad de un paquete de harina caducada de Andrés, tenía el destino marcado al nacer: se tenía que ir de viaje, sí o sí.
Desde luego, las emociones de este verano no volverán (porque si vuelven no sé yo si podría aguantarlas todas otra vez, que una ya va teniendo una edad). Però la vita è adesso.
Anna, para que tengas paz (y porque eres un sol):
200 gramos de harina
80 gramos de mantequilla
una pizca de sal
100 gramos de azúcar
1 huevo
(una pizca de vainilla, que ayer se me olvidó. Y se me olvidó también deciros que por debajo tenía papel)
Os quiero,
Mo'
PS: Que tan solo he vaciado dos cómodas y medio armario. Me queda mucha mudanza todavía.
I'm on twitter, @MonicaRBedana
LA ZUCCHERIERA
Porque comida italiana no es macarrones con chorizo
2 comentarios:
Muchas gracias, Mónica. Por el post, por la crostata y por la charla.
Nos vemos aquí o allí (o en algún sitio intermedio). Y, mientras tanto, seguimos en contacto.
Un abrazo
P.D.: Creo que a finales de mes volvemos a pasar por Salamanca. Ya vamos hablando, si eso ;)
Guapa! te vamos a echar de menos. Me consuelo pensando que el blog seguirá aunque desde la distancia. Ya sabes, por eso de practicar el español y que no se pierda ;-)
Besos desde Alicante.
Por cierto, a ver si tengo suerte y me deja publicar el comentario, que no he tenido suerte estos últimos días... me salían un montón de letras y signos extraños :-/
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