04 julio 2013

I taralli con giulebbe


Traduzione in italiano della ricetta QUI

Nudos glaseados típicos de Apulia

No sé si a algún blogger que pasa por aquí le ha tocado un momento en el que solo quiere colocar la receta y cumplir con  el trámite, soltarla y ya está. No porque uno no tenga ganas de decir cosas, sino por todo lo contrario, por ser una olla express con la válvula a punto de estallar y sea conveniente callarse, políticamente correcto estar en silencio.

Y qué coño.

Me hubiera gustado contaros que he encontrado a un abuelillo maravilloso que me cuida la bicicleta igual de bien que hacía Pepe en Salamanca.
Que aquí también hay cielos y carreteras por las que pedalear y perderse, a pesar de que pensaba que no.
Que he empezado a ocuparme como puedo de los derechos de todos, especialmente de los de las mujeres que sufren malos tratos. Que es una exigencia profunda, dictada por una situación vivida muy muy de cerca, que nunca he podido apartar los ojos, fingir que algo no existiera. Esa no es mi especialidad, a pesar de que a menudo la cosa moleste.
Que los sábados por la mañana estoy en una mesa en la Piazza De Signori, en Padua (a la izquierda en la foto, bajo la escalinata) , con los compañeros de mi partido y les explico a las personas cómo pueden hacer un testamento biológico en la ciudad. Y me acuerdo, y les cuento, que he tenido la suerte de vivir en un país sensible y atento hacia estas cuestiones y que estoy orgullosa de ello.
Que he vuelto a escribir y a traducir, poco a poco, después de una época muy larga en las que he sido incapaz de pisar por una librería. Que me sentía tan mal por los libros que había tenido que dejar atrás que el olor del papel me procuraba náuseas. Que una telaraña de amigos a mi alrededor, con mucho tacto ha conseguido sacarme de todo esto.

Y qué coño me importa el BOE de su vida, diréis, con razón.
Más bien, sé que a la mayoría os importa en el buen sentido de la palabra porque os preocupa saber qué tal me va, si logro apañarme en tiempos tan difíciles y después de haber dado un vuelco a mi vida (Pepa, Massimo, gracias por estar allí/aquí. Aprovecho el post para escribir algo más que un tweet).

En este blog, como en mi vida, pasan solo cosas buenas, limpias. Incluso las que son dolorosas intento compartirlas con dignidad, sin traumas, como experiencia. El que aún sigue entrando aquí todos los días en busca de carnaza, no ha entendido nunca nada. Se lo digo a uno (o una) en concreto, que con un IP perfectamente trazable se dedica a descargarse todas mis fotos personales. Siempre he sido educada, así que para hacerle un favor seguiré publicando más. Que las disfrutes y que algún día sepas lo que es ser feliz sin obsesiones.

Al final, lo he soltado.

Monica

PS: Serenissima en español AQUÍ .

Entre Turín y Aosta, el mes pasado.
Una pequeña editorial dispuesta a tenerme entre sus traductores.
Una visita a la redacción de mi periódico fetiche, mucho más que una historia de amor.
El chocolate, hecho con avellanas "redondas y amables" como se las llama en esta zona. Son DOP.
Haberse ido de España y desear entrar en las rebajas de Zara, Mango, Massimo Dutti. Pagar la rebaja italiana a precio de prenda de temporada en España y haber hecho el agosto igual, por lo menos por la moral.

La receta, para unos 18 nudos

300 gramos de sémola de trigo duro
100 gramos de azúcar
una pizca de sal
3 huevos grandes
4 cucharadas de licor de anís

aceite para untar la placa

200 gramos de azúcar glass para el glaseado, más unas gotas de limón y agua

Mezclar la sémola con el azúcar y la sal. Añadir los huevos, el licor y empezar a amasar hasta obtener una bola lisa que tiene que reposar una hora tapada por un cuenco.
Después del reposo, cortar la masa en tiras iguales y trabajar cada tira en forma de cilindro, cerrándolo en la extremidades.

Cocer los nudos en agua hirviendo hasta que vuelvan a la superficie. Colocarlos entonces sobre la placa del horno forrada con papel albal y untada de aceite. Cocerlos con calor arriba y abajo hasta que estén dorados.

Preparar el glaseado soble el fuego, metiendo en un cazo azúcar, agua, limón y dejar cocer hasta obtener un jarabe denso. Pincelarlo sobre los nudos y volverlos a poner en el horno, apagado pero caliente, hasta que el glaseado se seque.

La receta está sacada del libro "La cucina regionale italiana. Puglia", de "La Repubblica"

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Preciosas fotos y recetita que caerá en breve. Me apetece muchísimo para tomar con té helado. ¡Gracias, Mónica!

Fotograma dijo...

Yo aquí entro por la carnaza, pero por la que se come (aunque este es un blog muy sano en todos los aspectos, y la verdad es que carne, poca y buena). Cada actualización es una alegría, y aunque te leo y casi nunca me atrevo a comentar, ahora una amiga me ha preguntado una duda técnica y puede que tú sepas responderla mejor que yo:

¿Hay alguna manera de calentar, o mantener caliente una pizza sin que quede peor? Todos sabemos que las pizzas recalentadas no tienen la misma textura ni sabor que las recién hechas, pero mi amiga quiere hacerle a su novio una cata de las mejores pizzas de Madrid y es imposible recogerlas todas a la vez para que estén todas las porciones calientes en el momento de la cata, pero supongo que será también difícil probarlas todas como recién hechas.

Gracias por tu blog :)

Monica Bedana dijo...

Vega querida, un beso, gracias.

Fotograma,
jajajaja gracias por declararte apasionada de carnaza pero no de la mía. Cuando yo tenía una granja en África y una casa en Salamanca tenía también un attrezzo del Lidl que servía para calentar los platos en vivo y en directo, era una placa larga sobre la que cabía de todo. La otra solución es el horno de casa a 100º, si no lo estás utilizando para cocer la pizza misma. Lo que está claro es que nunca hay que meter nada en el microondas. En Italia todos tenemos un hornito tamaño mini para recalentar el pan por la noche, eso es lo ideal para recalentar también la pizza, pero me doy cuenta de que en España el mismo horno de casa se utiliza a veces solo para guardar cacharros...
Un beso grande, gracias de corazón por leerme.

Ajonjoli dijo...

Monica, querida, al que se baja tus fotos y al que no te dejó llevarte tus libros les iba a dar yo su merecido, que aunque muy educada también soy de Carabanchel y mucho menos elegante y delicada que tú y además conozco a gente en mi antiguo barrio que se dedica a eso. Es que me hierve la sangre con según qué cosas. En fin... por eso necesito la huerta, ¿ves? para no sacar el kalashnikov a la calle y liarla parda.
Por otra parte me encanta leer que estás bien. Con un montón de inquietudes y buenas perspectivas. Que vuelves a cocinar y a publicar y compartir tu maravillosa cocina italiana con nosotros. Y que no vienes y "sueltas" la receta, que es algo que además no te pega nada.
Siempre adelante, ¡hacia atrás no hay que ir ni para tomar impulso!
Un abrazo.

Lolah dijo...

Qué gusto saber de ti de vez en cuando y ver que estás llena de proyectos, de ilusión y de lucha...Sigue así, y sigue contandonoslo a los que te echamos de menos.
En cuanto he visto las fotos he reconocido Turin y los chocolates que nos dejaban el el hotel cada día...qué buenos recuerdos!
Un besazo.

ro dijo...

Me encanta leerte y saber que sigues bien y en pie de lucha. Y me gusta verte, tan guapa como siempre. Sigue contando tus cosas y con recetas tan espectaculares como siempre.

Monica Bedana dijo...

Muchachos, mes enfants, que sepáis que lloro como una magdalena a cada comentario. Os quiero.

Montse dijo...

Querida Mónica,
ya no sé ni siquiera te acordarás de mi... De hecho he escrito en muy contadas ocasiones (si la memoria no me falla, la última fue hace ya unos anyos, poco después de liarme la manta a la cabeza y pasar a ser "senyora de" un veneciano y como tal, tener que ponerme bien las pilas en cocina véneta ;-) ).
Mi motivo de escribir hoy es que creo que yo, como muchos, seguimos desde hace anyos tu blog, y para mi formas parte de mi momento de desconexión de la rutina diaria y disfrute personal... Eres un trocito de nuestra vida! Y por eso yo personalmente te agradezco que estes ahí, esforzándote por acompanyarnos aún en tus momentos complicados.
Recuerdo leerte al principio desde mi portátil en la cama convaleciente de una enfermedad, un tiempo después, justo antes de mi primera visita a Venezia, mientras preparaba mi boda, desde la mesa de la cocina taza en mano mientras esperaba a mi primera hija, con el Ipad a punto de voltear al borde del "lavello" intentando encontrar tu receta de los "calamari alla napoletana" porque los suegros llegaban en media hora y mi suegro esperaba ansioso sus "calamari della nuora" en la mesa (al final me descubrió y se enteró de que era una receta "prestada" pero según él están tan ricos que me lo perdona)... En tantos y tantos pequenyos momentos, "llevándote conmigo" desde mi Barcelona natal hasta mi adorada Venezia, y en los últimos tiempos desde Suecia, donde nos hemos instalado durante un par de anyos intentanto esquivar las tormentas que hay por ahí abajo...
Gracias por tus recetas, por llenar mi cocina de "cacharritos" (aún recuerdo los 180 kms que hice en busca de un sustituto de mi Ferrari antes de que me dijeran que la empresa cerraba, casi me da un patatús al teléfono!), por tu mirada crítica a la situacion actual, que a veces podría calificarse de "del todo sincera y algo menos diplomática" pero que según la que suscribe es tan necesaria y por desgracia escasa, por tus fotos donde a veces darías un bocao de canto a la pantalla del móvil.
Grazie grazie grazie!!
Un struccon,

Montse

Ajonjoli dijo...

Mo, no llores ¡¡enseña los dientes!!
grrrrrrrrrrrrrrrrrrr

Anónimo dijo...

Monica, tu sempre a testa alta e avanti! Prendi forza da tutta questa gente che ti sta vicino, anche solo in forma virtuale.
Un abbraccio
Clarissa

Monica Bedana dijo...

Me resulta increíble (y muy duro a la vez, por muchos motivos) haber pasado casi desapercibida por la vida real de muchas personas que me rodeaban, durante veinte años en España y comprobar que sin embargo he dejado huella en la vida virtual de muchos otros. Me pregunto qué habríamos hecho, vosotros y yo, si de verdad hubiéramos podido encontrarnos, vernos de vez en cuando, como a mí me gusta. Como he tenido la suerte de hacer con Lolah, con Ajonjoli y con algunas otras personas. Aunque he de reconocer, a mí que me gusta ver y tocar y expresar el cariño de forma física, que el afecto virtual que siento hacia muchos amigos de este blog con los que me escribo desde hace años sin conocerlos, es igual de fuerte que el de la vida real .

Y llorar es bueno, si es por algo que nos toca por dentro. La indiferencia es de lo más horrible que he experimentado. Hace un par de días este Papa italo-argentino que en Italia nos tiene como locos, en una gran operación de marketing se ha ido a Lampedusa, la isla donde llegan los inmigrantes clandestinos y los encerramos en campos de inmigración a la espera de repatriarlos. Un sitio donde la humanidad escasea. Y el Papa va y cita Fuente Ovejuna: Quién mató al gobernador? Fuente Ovejuna, señor, todos y nadie. Y yo lloro incluso por esto, por oír al Papa declamar Fuente Ovejuna en itañol,

Y lloro hoy por Concha García Campoy, porque en España tenéis a excelentes periodistas mujeres, a mí me gustan más que muchísimas italianas. En mi vida española he ido dando tumbos y he hecho cosas que podrían parecer absurdas porque no tiene nada que ver con mi formación, pero había que comer. Entre estas cosas, estuve de encargada de tienda de Kina Fernández y estuve una temporada en la tienda de Madrid, en Claudio Coello. Es allí donde atiendo un par de veces a Concha García Campoy, que es cliente (no voy a utilizar el verbo al pasado, no soy capaz)y congeniamos, es muy alta, es fácil vestirla, es exquista como persona. Y luego, gracias a la tienda de Kina, nos vemos en la pasarela Cibeles, que es una de esas pijadas del pasado que recuerdo con cariño. Y hoy estoy incrédula y pienso que todo es lotería, en esta vida. Pero si lloro es que sigo estando viva.

Vaya parrafada, y me están comiendo los mosquitos.
Un beso grande, gracias.

Maui dijo...

Estaras feliz con todo el cariño que desprenden estos comentarios. Espero que te animes y te veamos más a menudo. Se te hecha mucho de menos.
Mi levadura va muy bien. Me hace ilusión ....¿ te acuerdas de la lata que te di durante aquel verano? ...Y no conseguí ni una burbujita. Pero no hay nada como empeñarse en algo y contar con alguien como tú para las dudas.
Me alegra verte bien . Y ya sabes, siempre adelante.
Un abrazo grande
Maui

MaryLou dijo...

Como siempre, una alegría leerte! saber que tomas las riendas de tu vida con serenidad... que no dejas de cocinar... aquí te esperamos, ya sabes...
Un fuerte abrazo, guapa!!

Liliana Fuchs dijo...

Querida Mónica, no hemos podido coincidir nunca en persona pero te tengo un cariño tremendo y agradezco de corazón que compartas estas cosas con nosotros. Te sigo desde hace ya muchos (muchos!) años y he conocido muchas recetas y rincones de Italia gracias a ti. Tú me abriste por primera vez la puerta a muchas cosas cuando empecé a dar tumbos en la red, y me alegro mucho de poder saber de tí y de que te van bien las cosas, a pesar de los momentos duros.
No cambies nunca, y sigue trayéndonos recetas tan ricas!

Un abrazo