MAGDALENAS DE ZANAHORIAS, PASAS Y ESPECIAS
El día está triste y parece que va llover. En estos días de otoño sin sol, pero también sin lluvia, un poco tontos, lo mejor es irse a la cocina, ponerse el delantal, encender el horno y hacerse unas magdalenas para merendar a lo grande, acompañándolas con un buen chocolate blanco caliente.
Estos muffins son para "la" Mari, una navegante "anónima".
Para ver la receta, pinchad en el "Vínculo".
NOTAS DE CORAZÓN:
Por cierto, la palabra magdalena en español tiene una historia muy bonita. La primera interpretación, romántica y sugerente, alude a que cuando empapamos el bollo de magdalena en leche y nos lo llevamos a la boca, el líquido se escurre y da la impresión de que está "llorando". Esto recuerda el llanto de María Magdalena, la pecadora a la que Jesucristo salvó de la lapidación, y que lloró cuando presenció la muerte de Cristo.
Es sin embrago más real que magdalena venga del griego magdalía, es decir, "masa".
Feliz fin de semana.
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