07 abril 2008

LA RECETA DEL DÍA:FOUACES POETICHE


Este poético lunes por la mañana, respondiendo a una invitación de Heleni selecciono algo literario que tenga que ver con el comer, y lo asocio a una receta.
Mi elección son unos versos del libro I del Baldus de Teófilo Folengo, un monje benedictino que pronto dejó el sayo por una mujer y se hizo poeta goliárdico. Nació en Mantua a finales de 1400 y fue máximo exponente del macarrónico, lenguaje inventado en las cortes padanas por los humanistas, mezclando latín y dialectos.
El buen comer es fundamental en su obra y aquí describe, sin nombrarlo, el fabuloso país de la cucaña, donde los mares son de salsa y las montañas de polenta.
Hae sunt divae illae grassae, nymphaeque colantes,
albergum quarum, regio, propiusque terenus
clauditur in quodam mundi cantone remosso,
quem spagnolorum nondum garavella catavit.
Grandis ibi ad scarpas lunae montagna levatur,
quam smisurato si quis paragonat Olympo
collinam potius quam montem dicat Olympum.
Non ibi caucaseae cornae, non schena Marocchi,
non solpharinos spudans mons Aetna brusores,
Bergama non petras cavat hinc montagna rodondas,
quas pirlare vides blavam masinante molino:
at nos de tenero, de duro, deque mezano
formaio factas illinc passavimus Alpes.
Credite, quod giuro, neque solam dire bosiam
possem, per quantos abscondit terra tesoros:
illic ad bassum currunt cava flumina brodae,
quae lagum suppae generant, pelagumque guacetti.
Hic de materia tortarum mille videntur
ire redire rates, barchae, grippique ladini,
in quibus exercent lazzos et retia Musae,
retia salsizzis, vitulique cusita busecchis,
piscantes gnoccos, fritolas, gialdasque tomaclas.
Res tamen obscura est, quando lagus ille travaiat,
turbatisque undis coeli solaria bagnat.
Non tantum menas, lacus o de Garda, bagordum,
quando cridant venti circum casamenta Catulli.
Sunt ibi costerae freschi, tenerique botiri
in quibus ad nubes fumant caldaria centum,
plena casoncellis, macaronibus atque foiadis.
Que más o menos viene a decir que este fabuloso país se encuentra en una tierra tan lejana donde todavía no han llegado ni siquiera las carabelas españolas. En ese lugar maravilloso hay Alpes de queso tierno, semi-curado y curado, ríos de caldo bueno que fluyen hacia un lago de sopa, en un archipiélago de rollitos de carne y jamón. No faltan miles de ingredientes para las tartas, los ñoquis y los buñuelos; hay costas de mantequilla tierna y fresca ycientos de cazuelas humean hacia el cielo, llenas de casoncelli, macarrones y lasaña...
De entre los miles de ingredientes para las tartas, he cogido algunos para hacer estas fouaces, cuya receta podéis ver aquí .
Feliz, abundante y sabroso comienzo de semana.
Si alguien quiere seleccionar más poesía culinaria, bienvenido sea.

6 comentarios:

Margarita dijo...

Rico, rico, y que sepas que he entendido todo, todo el poema jejeje

Estoy contenta,mañana, pasado y al otro estaré en lagrabación de unas jornadas gastronómicas de La Toscana ¡Yupi! ¡Yupi! ¡Yupi!

Creo que vienen dos cocinero italianos, pero de los de verdad, como tú, ya me enteraré bien y te lo cuento.

Heleni dijo...

¡Viva el amor, la cocina y los placeres de la vida!
Muy chulo el poema.

Qalamana dijo...

Sólo con leer ese pasaje se le abre el apetito a cualquiera!

MaryLou dijo...

Qué bonito!!!!
pasando por aquí aprendes a cocinar y haces culturilla!!

Un beso

Monica Bedana dijo...

Margarida,
espero con impaciencia que me cuentes todo todo todo!!!
Un besote

Heleni,
gracias por invitarme, ha sido un detallazo y me lo he pasado bien escogiendo el poema.

Qalamana,
a mí con pensar en las montañas de queso, ni te cuento...

Marylou,
gracias!

Susana dijo...

Cannella, que bueno!!!
Me es imposible hacer dieta viendo esto, lo tengo que hacer!!!

Además la tentación vive en nuestra mente, leyendo un poema como este, ¿a quién no se le hace la boca agua pensando en alguna exquisitez que llevarse a la boca?

Un beso.