HEMC: CRUMBLE DI ZUCCA

CRUJIENTE DE CALABAZA

El crumble es típico de Inglaterra, pero éste es muuuuuuy italiano, con muuuuucho parmesano... La receta ha sido un flechazo (coup de foudre, para que Kat me entienda -aunque tiene a Lionello que le traduce :-)))-) del blog de los amigos (muuuuuy amigos) Cuochi di Carta.
Una receta más para el evento culinario Hecho en mi Cocina.

Feliz fin de semana. Me voy a San Sebastián para encontrar a unos amigos italianos en Lo mejor de la Gastronomía (seguramente el Gourmet de Provincias también este año hará uno -o varios- de sus sutiles post sobre esta kermesse culinaria).

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Para 6 personas

1 kg de calabaza, limpia
100 gr de daditos de jamón o bacon (yo he puesto bacon)
1 cebolla pequeña o dos cebolletas
6-8 hojas de salvia fresca (si es seca, solo un par de hojas, cuidado porque es muy fuerte)
aceite de oliva virgen extra
200 gr de parmesano rallado, al ser posible no demasiado finamente
150 gr de harina (si es integral, mejor)
80 gr de mantequilla salada de Soria (¡qué buena es la jodía!)
sal

Antes que nada, preparar las migas que recubren la superficie del crumble o crujiente. Trabajar un poco con las yemas de los dedos la mantequilla ablandada con la harina y la mitad del queso rallado. Dejar reposar en un lugar fresco, así resultarán más crujientes.

Cortar la calabaza, ya limpia, en daditos. En unas cucharadas de aceite estofar un poco la cebolla con la salvia y añadir la calabaza. Dejarla cocer a fuego suave hasta que esté tierna pero no deshecha. Salar muy poco y añadir la otra mitad del queso rallado y el embutido.

Colocar la calabaza en una pirófila, cubrirla con las migas de mantequilla y hornear a 180º unos 20 minutos, hasta que la superficie esté dorada. ¡Al día siguiente está todavía más buena!