Texto y foto pertenecen al blog http://zuccheriera.blogspot.com/
Traduzione in italiano della ricetta QUI
El pollo asado clásico de mi madre
Hoy podría hablar de esa grandísima escort (vocábulo de moda en mi país) en que se ha convertido el Parlamento italiano.
O podría hablar de los síntomas de descomposición de George&Mildred a la vuelta del viaje con el Imserso.
Pero no. Voy a hablar de mi pollo.
Aunque nadie se lo crea, hacía unos 17 años que no comía un pollo asado, concretamente desde una de las (poquísimas, en nuestra ya larga carrera matrimonial) peloteras conyugales que tuvimos de recien casados, mi consorte hispánico y yo.
Aquel día me planté y dije "pues no guiso, hago las maletas". A las doce horas firmamos la paz y, desesperados, bajamos a por comida al rustipollo de al lado.
Experiencia infame, blandurria y saladísima. Estuvimos malos tres días y no volvimos a comer un solo pollo asado (ni a discutir).
El otro día, por casualidad, vi esta bestia bonita y, de repente, me entró nostalgia del pollo asado de mi madre, de ese aroma tan característico a romero y salvia que se expandía por la cocina cuando en Navidad la tía María nos regalaba un pollo de corral.
Los nórdicos también tenemos algún que otro pronto...y el pollo terminó gloriosamente en la cazuela.
Mañana más, un beso,
Cannella
Este bicho era de un kilo y ochocientos gramos; éstas son las dosis:
1/2 vaso de aceite de oliva virgen extra
1/2 vaso de vino blanco seco
una cebollita francesa (70 gr.), cortada en rodajitas
5 pequeños ajos cachopos, enteros (si son ajos grandes, dos)
6 ramitas de romero (4 en la cazuela y dos estratégicamente colocadas bajo las alas del pollo)
6 hojas frescas de salvia
Además:
una tacita con un poco de aceite y, disueltas, la sal y la pimienta necesarias para pincelar bien el pollo
Ato bien las alas del pollo con los muslos, de manera que el bicho no pierda la forma durante la cocción. Pincelo bien el pollo con la mezcla de aceite, sal y pimienta.
En mi cacerola Émile Henry he echado los líquidos, la cebolla, los ajos, la salvia y el romero; luego he colocado dentro el pollo y al horno, a 180º la primera hora, sin tocarlo ni abrir la puerta.
Luego he subido la temperatura a 200º y cada 20 minutos lo he bañado con su propio jugo, otra hora y media más de cocción.
Hacia el final de la cocción del pollo, he puesto las patatas en la Actifry (o en una sartén) con sal y poco aceite, llevándolas hasta tre cuartos de cocción. Las he quitado y las he echado en la cazuela con el pollo, para que terminaran de hacerse en el jugo del bicho.
Al final de la cocción he sacado el pollo y las patatas y he filtrado el jugo, aplastando bien con un tenedor las verduras que quedaron en el colador, para que el aceite se aromatizara al máximo. He servido el pollo y las patatas con su salsa aparte.
La salsa será muchísima, así tiene que ser.
Cuando se haya enfriado, se pone el el frigorífico para que espese. Luego, con cada 2cucharadas de esta salsa se fríe un kilo de patatas en Actifry, y salen de cine, con sabor a asado como si estuvieran hechas al horno. Lo mismo si se hacen en la sartén, aunque en esta caso necesitarán el doble de salsa.
Cuando la salsa haya espesado, congelo pequeños contenedores con dos cucharadas de salsa cada uno.
Si sobra pollo, salen las mejores croquetas del mundo mundial, pero esto no hace falta que os lo cuente yo.
3 comentarios:
uhmmmmm, pollo asado, pues te puedes creer que yo no lo hago tampoco? me parece que es algo como de comida de familia de domingo... y de domingo para 1 solo, o invitando a tus amigos resacosos a comerlo, pues no sé... ahora, con lo de las croquetas me has cautivado! yo quieroooooo, mándame un tupperware a Madrid, o mejor, me paso yo a recogerlo por Salamanca :P
La olla que utlizas supongo que es similar a la Le Creusset, verdad? es que estoy pensando en comprarme una, pero no me decido
Eu,
la ves pinchando en el enlace
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