31 octubre 2011

La torta di zucca dei morti
col riso al cardamomo e la crema pasticciera

Texto y foto pertenecen al blog La Zuccheriera

 La traduzione in italiano QUI

La tarta de calabaza para el día de los muertos, con arroz al cardamono y crema pastelera



Decir Veneto es decir misterio. Y magia. Y brujería. Y de todo eso llevo la herencia, me acompaña desde que nací y a veces un poco me asusta.

De pequeña frecuentaba a menudo este castillo, lo conozco palmo a palmo; es uno de los sitios más bellos y misteriosos del mundo y en estos días más que nunca  vaga desesperado por sus aposentos el enamorado fantasma de Avalda, esposa de Azzo d'Este y amante del sanguinario Ezzelino da Romano. De Avalda se dice que tenía la curiosa costumbre de seducir jóvenes amantes, embriagarlos con belladona y cortarles la yugular para poder beber su sangre y así mantenerse joven para siempre. Esfuerzo vano, ya que murió no se sabe si por mano de Azzo, furioso por los cuernos o por mano de Ezzelino, cansado de su amante. En cualquier caso su apenado fantasma de tez blanquísima, ojos fieros y negra cabellera por esas salas llora, os lo digo yo que lo he oído y visto.

Que todas las ausencias sean leves, en estos días.
Feliz lunes,
Cannella


Imposible esquivar la calabaza. Fiel a mi tradición véneta -muy lejana de cualquier influencia anglosajona-, un postre de mi tierra que combina las especias con el puré de calabaza y el arroz cocido con paciencia en leche, vainilla y cardamomo. Aroma de amaretti tostados y de crema pastelera sobre una base de masa flora; así cualquier niebla se despeja, dentro y fuera del corazón.

PS: Si me queréis leer en la Resistencia, hablando también de España, hoy actúo AQUÍ

Dosis para 8 personas:

400 gramos de puré de calabaza. Se hace cortando la calabaza en trozos relativamente grandes y poniéndola al horno a 200 º unos 20 minutos, espolvoreada con una mezcla de azúcar moreno de caña y canela. Cuando esté cocida, se tritura hasta obtener un puré.

Para el arroz con leche:
500 gramos de leche
1 baya de vainilla
dos pizcas generosas de cardamomo
una pizca de sal
100 gramos de arroz para risotto o de arroz de grano pequeño

Para la crema pastelera:
250 gramos de leche
100 gramos de azucar
3 yemas de huevo
20 gramos de harina

Además:
media dosis de masa flora (ver recetas en mi blog de los postres)
50 gramos de azúcar
15 amaretti (a la venta en el Lidl en estos días) desmenuzados
unos rizos de mantequilla

Poner a cocer el arroz en la leche con las especias y la sal, hasta que absorba todo el líquido. Al final de la cocción, quitar la vainilla.


Forrar la base de un molde con cremallera (mejor so es de silicona) con la masa flora. Agujerear la masa y dejarla reposar en el frigorífico una hora.


Hacer la crema pastelera batiendo en crema las yemas de los huevos con el azúcar y añadiendo la harina. Poner a calentar la leche casi hasta el punto de ebullición y echarla poco a poco sobre la crema de huevos, mezclando bien. Cuando se haya añadido toda la leche, poner la crema al fuego hasta que espese.


Mezclar la crema de arroz con el puré de calabaza y la crema pastelera. Añadir los 50 gramos de azúcar. Verter todo sobre la base de masa flora y completar con una capa de amaretti desmenuzados y unos rizos de mantequilla. 


Hornear, con calor arriba y abajo, a 180º durante 40 minutos. Si la superficie se pone demasiado dorada, taparla con una hoja de papel de aluminio a mitad de cocción.


Es una receta de familia, pero sigo en parte las dosis recomendadas en el libro "Il quaderno delle zucche", de Kellermann Editore.


24 octubre 2011

LA LASAGNA DI PORCINI E PATATE,
con taleggio

Texto y foto pertenecen al blog "La Zuccheriera"

La traduzione in italiano della ricetta, QUI

Lasaña de boletus y patatas, con queso taleggio 


Otoño ... que si llega o no llega ... qué incertidumbres vitales nos plantea la situación ... saco ya la bata sexy de cuadros escoceses y cuello de terciopelo o no ... me pongo el pijama de franela con pelotillas de la posguerra o no ... y, mientras tanto, miro con codicia el mini-calentador del cuarto de baño, el que se enciende en situaciones de frío extremo y sexual (o sea, cuando hace un frío que jode) y solo de mirarlo me achicharro. El acto (de encenderlo) este año se pospone indefinidamente. Qué relación atormentada tenemos, él y yo.


Dónde están los tiempos en los que en mi vida había una señal clarísima de que por fin era otoño: cuando mi abuelo se ponía por las tardes a rascar con cariño infinito las costras del parmesano y luego las colocaba sobre la estufa para que se reblandecieran. En casa parecía que había estallado una guerra bacteriológica y había que ponerse máscaras anti-gas para sobrevivir, pero por diossss, qué buenas estaban y qué bien rascadas, con cuánta arte.
Y siempre eran sinónimo de que en la lumbre había algo que necesitaba mucho queso. Lasaña o minestra di fagioli.

Os deseo un muy feliz comienzo de semana,

Cannella

PS: Ayer envié la newsletter del otoño. Si alguien todavía no está suscrito a ella y quiere que le reenvíe la edición de ayer, sólo tiene que pedírmelo por correo electrónico.

PS2: Todas las novedades de la resistencia italiana, AQUÍ

Ingredientes para 6 personas


Para la masa de la lasaña:
3 huevos
harina común

En otras recetas, en el archivo general, podréis ver otras dosis y métodos para preparar la pasta fresca. Hoy voy a explicar cómo lo hace mi madre cuando tiene prisa, que es más sencillo para los principiantes, creo.
Se rompen los huevos en un bol grande y se baten muy bien con un tenedor hasta que pierdan por completo la resistencia viscosa. Se va añadiendo harina hasta que los huevos no puedan absorber más, siempre moviendo con un tenedor y luego con una espátula. Se vuelca la masa sobre una superficie enharinada y se amasa como si se tratara de pan, empujando con las muñecas hacia fuera, sin cargar el peso desde arriba.
Suelo trabajar la masa lo justo, para que se quede más rústica. 
Se tapa la bola de masa con un cuenco y se deja reposar mínimo media hora.
Se corta la masa en cuatro partes iguales, se bajan un poco con las manos formando rectángulos. Se pasan por la máquina, por el primer número de grosor. Se dobla la tira que sale en tres partes, como si fuera una carta, y se vuelve a pasar por el primer grosor. A partir de allí, se van pasando las tiras hasta el grosor que se desee, enharinándolas ligeramente si tienden a pegarse.
Se deja secar la pasta solo el tiempo que se necesite para preparar la béchamel. Con eso es suficiente.

Otros ingredientes:

Un litro y medio de béchamel (la receta de mi béchamel favorita en una próxima entrada; la béchamel tiene que ser enriquecida con parmesano rallado, unos 100 gramos)
300 gramos de boletus limpio (los míos eran secos; si no encontráis boletus, cualquier seta al gusto)
300 gramos de patatas
2 dientes de ajo
romero fresco
tomillo fresco
unos 250 ml de caldo y leche, mezclados en partes iguales y calientes
sal y pimienta
aceite de oliva virgen extra
unos 200 gramos de queso taleggio. A falta del taleggio, que es cremoso y bastante suave, os aconsejo un queso ahumado rallado con el microplane de agujeros gordos. En Mercadona venden uno de Navarra que para estos menesteres a mí me gusta, no es ni fuerte ni soso.

Limpiar el boletus y cortarlo en láminas.
Poner las patatas al vapor unos 20 minutos.
En 3 cucharadas de aceite, dorar los ajos enteros; añadir el boletus y dejar que pierda volumen. Añadir el romero (generoso), cortado fino con las tijeras y el tomillo (si no es fresco, con una pizca es suficiente. Añadir las patatas, también cortadas en láminas finas, y bañar con la leche y el caldo. Bajar el fuego y dejar cocer lentamente, hasta que se forme una crema. Quitar los ajos y montar la lasaña.

Colocar en el fondo de una pirófila o fuente refractaria (que es lo mismo), una capa de béchamel; luego una capa de tiras de lasaña (que no hay que cocer previamente); unos cuantos boletus con patatas, unos copos de taleggio o unas tiras de queso ahumado. 
Repetir hasta acabar con béchamel y queso. 
Hornear a 200º unos 30 minutos.

Dejar reposar 20 minutos fuera del horno, antes de servir. No hace falta que os jure por Snoopy que la lasaña demasiado caliente empanzona un montón.

La receta está libremente reinterpretada de la revista Sale&Pepe de octubre.


17 octubre 2011

I grandi classici (dimenticati) della cucina italiana:
LA ZUPPA BOLOGNESE
(o imperiale)

Texto y foto pertenecen al blog La Zuccheriera

La traduzione in italiano della ricetta QUI


Sopa boloñesa o imperial


Que me he enterado de pura chiripa que habéis seleccionado este blog para los Premios Bitácoras 2011.
Que sepáis que Silvio también se ha enterado de la noticia y me ha dicho que le gustaría venir a entregarme el premio. Pregunta si es un sarao como las fiestas de Putin o tiene que traerse a las chicas. Con este panorama, lo más sabio es que os pida de corazón que no me votéis más, tengamos la fiesta en paz. Porque esta entrada podría costarme 12.000 euros de multa en Italia y sería muy pesetero por mi parte perdirle al jurado que convirtiera el premio en metálico.
No obstante, por si alguno de vosotros quiere insistir en su empeño, aquí está el enlace para votar. Como diría Nanni Moretti: "Continuemos así, hagámonos daño".

Gracias, un abrazo y, como siempre, feliz lunes y feliz semana,
Cannella

PS1: Para los que quieran leerme en mi versión revolucionaria, sobre las manifestaciones del pasado sábado, AQUÍ

PS2:No necesita publicidad, pero el nuevo proyecto del Gourmet de Provincias es algo sensacional. Los "Gastrotechdays" AQUÍ

Con esta receta estreno una serie de platos recuperados de la tradición italiana a menudo olvidada. La sopa boloñesa o imperial es otra forma de hacer pasta casera. Se necesitan pocos y buenos ingredientes para hacer un plato sensacional. Utilizad mortadela de verdad, os lo ruego y un caldo hecho con los mejores ingredientes. Todo lo demás es pura poesía.

Para 4/6 personas:
60 gramos de mortadela
4 huevos
100 gramos de parmesano rallado
80 gramos de sémola de trigo (para esta receta la Nomen es perfecta)
una pizca de sal
nuez moscada
60 gramos de mantequilla en pomada

Separar las yemas de las claras de los huevos y montar las claras a punto de nieve. Reservar.

Triturar la mortadela muy muy fina. Batir el parmesano con la mantequilla y la sémola, añadir la mortadela, las yemas, una pizca de sal y un poco de nuez moscada. Mezclar bien hasta obtener una crema densa. Añadir, delicadamente, las claras de huevo.


Volcar la crema en un molde (preferentemente de aluminio, dice mi abuela) bastante grande, untado con mantequilla y espolvoreado con sémola, para que la crema no tenga un espesor de más de medio centímetro. Hornear a 180º durante 20 minutos, con calor arriba y abajo. Dejar enfriar por completo.

Cortar la sopa en daditos de medio centímetro, después de haberla cortado en tiras de la misma medida. 

Llevar a ebullición caldo casero y cocer la sopa en el caldo durante 5 minutos.

10 octubre 2011

LA PIZZA PER BER

Texto y fotos pertenecen al blog La Zuccheriera


Bernardo y yo somos como los tercios viejos de Carlos V, pero a la italiana: tropas de choque selectas, al sueldo de la Monarquía Católica y situadas en puntos estratégicos del Imperio (yo en Castilla y él en el Reino de León). 
A veces nos citamos para comprobar el armamento, la financiación y hasta la moral de combate. 
Las armas de fuego suelen ser masas leudadas más de 24 horas, mucho más contundentes que los arcabuces y las picas. Además es notorio que soy una armamentista guerrera.

Esto que aparece en las fotos fue lo que salió de la revisión de tropas del martes pasado en León; faltó algún cable, detalle de poca importancia, nada que no se pudiera solucionar con formación Renacentista.
;-)))
 Ciao Ber, la prossima in Castiglia!



Feliz lunes.
Las novedades sobre mis andanzas revolucionarias, AQUÍ y AQUÍ.



Nunca se resigna una a un único tipo de masa; y basta con que un amigo te diga que hay que probar cierto tipo de harina, que ya tengo que estar en el super comprándola. Pasando por Valladolid paré en un Alimerka solo para comprar una harina especial para pizza, para ver qué salía con ella...y este ha sido el resultado.

Si no se tiene un Alimerka a mano, no pasa nada; en el blog del pan y la pizza tengo una variedad casi infinita de masas con otros tipos de harina.

Poolish, la noche anterior:
2 gramos de levadura fresca de panadería, tipo Levital
100 gramos de harina de fuerza
100 gramos de agua templada

Mezclar y dejar reposar en un tupper cerrado, toda la noche a temperatura ambiente.

Por la mañana, añadir:
100 gramos de harina especial para pizza Alimerka
200 gramos de harina común
3 gramos de levadura fresca de panadería tipo Levital
135 gramos de agua templada
1 cucharadita de azúcar
1 cucharadita de sal

Amasar hasta obtener una bola lisa y homogénea; guardarla en un tupper cerrado, en la parte menos fría del frigorífico, durante 24 horas.
Sacar la masa del frigorífico un par de horas antes de utilizarla.

Dividirla en dos partes iguales (es una dosis para dos pizzas finas de unos 30 cm de diámetro) después de haber dado a la masa una tanda de pliegues tipo "C" (ver técnica en mi blog del pan y la pizza). Dejar reposar cada bola de masa 10 munutos, antes de estirarla.

En el horno Ferrari cuece en 5 minutos.
Para el horno de casa, mejor con piedra refractaria, temperatura máxima, 5 minutos en la parte alta del horno y otros 8/10 en la parte baja (dependiendo del horno).

03 octubre 2011

IL PLUMCAKE DI PATATE, CIOCCOLATO E NOCCIOLE

Texto y foto pertenecen al blog La Zuccheriera

La traduzione in italiano della ricetta QUI


Plumcake de patatas, chocolate y avellanas


Me he comprado en el Mercadona uno de esos turbantes de microfibra para secar el pelo (lo que no se hace en silicona se hace en microfibra...para Navidad esperamos sin falta el molde para el panettone en este material). 


Discretito, fucsia, como sabréis. Cada vez que me lo pongo, me siento fashion como la jequesa de Qatar, que por otra parte es la versión árabe y con 50 años menos de Moira Orfei, esto para decir que fuera de Italia no se ha inventado nada, por los menos en los últimos 2000 años ;-PPP

El problema es que debo tener menos cabeza que la jequesa, porque a los 30 segundos el turbante se me desparrama. Así que agradeceré cualquier consejo sobre cómo enrollar el asunto.


Bien hallados, un abrazo de principios de octubre,
Cannella

PD: Hoy, los amantes de la revolución italiana me pueden leer también aquí y aquí.
Y los que tenéis la suerte de estar en Italia entre el 14 y el 25 de octubre, en Perugia hay 
la clásica cita con Eurochocolate

Ingredientes:
200 gr. de patatas, trituradas muy muy finas
2 huevos
80 gr. de avellanas trituradas muy finas
20 gr. de avellanas tostadas trituradas más gruesas
150 gr. de harina de repostería, tamizada
50 gr. de chocolate negro, al 70% de cacao, triturado muy fino
120 gr. de mantequilla de calidad, en pomada
80 gr.de azúcar
8 gr. de levadura de repostería, tipo Royal
3 cucharadas de leche
una pizca de canela en polvo
una pizca de clavo en polvo
las semillas de una vaina de vainilla
una pizca de sal

El secreto es que los ingredientes se trituren muy muy finos.
Las patatas tienen que quedar casi en nada y, una vez trituradas, se meten en un paño de cocina y se aprietan, de manera que salga todo el almidón.

Se bate la mantequilla con el azúcar, se añaden las especias y la sal y luego los huevos, de uno en uno. Se sigue batiendo hasta que todo quede como espuma.

Se mezcla la harina con la levadura, se añaden las avellanas trituradas finas y se mezcla todo esto con la crema de mantequilla y huevos. Se añaden las patatas y el chocolate y se vierte la crema en un molde para plumcake previamente engrasado. Se colocan las avellanas más gruesas sobre la crema y se hornea a 180º unos 50-60 minutos.

Receta, ligeramente modificada., de la revista "Sale&Pepe" de septiembre.