
(La traduzione in italiano della ricetta è disponibile cliccando
qui)
KRAPFEN AL HORNO, RELLENOS DE MERMELADA DE GERANIOSDesde hace años mantengo
una disputa con mi suegra sobre de
la costumbre tan española de "ofrecer la casa". Cada vez que recibo una visita, aunque sea alguien de paso, ella me pregunta: "¿Le has ofrecido la casa?". Yo yo: "No, le he ofrecido
krapfen de geranio", y enseguida noto, incluso a través del teléfono, su mirada de profunda desaprobación y sé que está pensando intensamente
"Es italiana, qué le vamos a hacer, no entiende".
Digo yo que por qué alguien que es recibido con
krapfen de geranio y
cappuccino no se conforma y pretende saber dónde está la cesta de la ropa sucia en esta casa o si tengo colcha o edredón en la cama.
Cuando nos mudamos a la Armuña
tuve que ofrecerle por contrato la casa al equipo de la BBC al completo (
osssea, a todos esos parientes a los que sólo ves en bodas, bautizos y comuniones-y algún que otro entierro- y de los que no te acuerdas ni del nombre). Durante meses
tuve más overbooking que la cola del mostrador del pescado en el Carrefour y tuve que poner un aparatito en el jardín para que la gente cogiera turno.
Se fletaban autobuses tres veces al día desde Salamanca capital y mi suegra oficiaba de facundo cicerone ("aquí las habitaciones, que las pintaron de verde porque mi nuera, que es italiana, dice que es relajante; aquí las cortinas, que las hice yo y les tuve que añadir un jaretón porque mi hijo, que es de letras, tomó mal las medidas; aquí las sillas de la cocina, dos blancas y dos azules porque hacen juego con los muebles, que son de estos colores...").
Para que luego digan que los italianos y los españoles somos tan parecidos...
Feliz comienzo de semana.
Natalia, como te chives de esto a la yaya, nunca jamás vendrás a merendar
krafpen de geranio.
***********
INFORMACIONES VARIAS: Ayer salió la
newsletter de noviembre, con un regalito exclusivo y recetas y fotos inéditas; a la hora de enviarla había unas 10 personas que todavía no habían confirmado la suscripción, así que esas personas no la han recibido. Os recuerdo que
para confirmar la suscripción hay que pinchar en el primer enlace que os llega por correo elctrónico después de haber rellenado el formulario.Cada día añado la traducción de una nueva receta del
recetario italiano del horno G3 Ferrari; todas las recetas pinchando
aquí.
El enlace del día:
El increíble surtido de harinas y cereales de
TibionaL'Italia nel cuore:
La
cascata delle Marmore a Terni.
***********
Los
krapfen son bollos esponjosos rellenos de mermelada de albaricoque y fritos,
típicos de la época de carnaval de la ciudad austriaca de Graz. Muy difundidos en toda la antigua zona del Lombardo-Véneto, se encuentran hoy en todas las panaderías del Véneto. Especialmente famosos son los que se venden en el Trentino, incluso en su variante con relleno de crema.
Como no soy amiga de los fritos, esta es la versión al horno, con un truco que los hará parecer fritos sin serlo. Para la mermelada de geranio, visitad
Fortnum&Mason.
Para unos 18 krapfen
Dosis en cups americanas
4 tazas de harina
2 y 3/4 cucharaditas de levadura seca de panadería, tipo Maizena
3 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de sal
1 taza de leche templada
3 cucharadas de mantequilla fundida o de aceite de girasol (aconsejo el segundo, ya que la masa se queda más esponjosa)
2 huevos
Para el relleno:
mermelada de albaricoque
Para decorar:
50 gr de mantequilla fundida, caliente
azúcar glass
Mezclar la harina con la sal, el azúcar y la levadura.
Añadir los ingredientes líquidos y amasar bien, hasta obtener una masa esponjosa y algo pegajosa. Guardarla en un
tupper de plástico, herméticamente cerrado y untado ligeramente de aceite. Colocar el
tupper en el horno precalentado a 50º y luego apagado y esperar a que la masa doble de volumen.
Volcar la masa en una superficie enharinada y con un
matasuegras (o rodillo, no se vaya a interpretar mal) estirarla sin manipularla mucho, hasta un grosor de 1/2 cm. Cortar unos círculos de 8 cm de diámetro con un corta-galletas redondo. Cada pareja de círculos de masa formará un
krapfen, ya que en el centro de un círculo se colocará una cucharadita de mermelada y luego se sellará bien con otro círculo de masa. Con un corta-galletas de unos 7 cm de diámetro, recortar con decisión los bordes de cada
krapfen que ya hayamos sellado; de esta manera, con un corte limpio y decidido, el relleno no saldrá del interior del bollo durante la cocción. Los recortes de masa se volverán a amasar para luego cortar más círculos.
Colocar los
krapfen sobre las bandejas del horno forradas con papel vegetal; dejar bastante espacio entre un
krapfen y otro, ya que en el segundo leudado tienen que crecer mucho.
Colocar las bandejas otra vez en el horno precalentado a 50º y luego apagado y esperar a que el volumen de cada
krapfen sea más del doble que al principio, que forme un bollo alto y redondito.
Sacar los
krapfen del horno teniendo cuidado de que el ambiente de la cocina sea cálido mientras se calienta el horno a 190º si tenéis la función de ventilador o a 200º con horno normal. Hornear los krapfen hasta que esté bien dorados. Recién sacados del horno y todavía calientes, pincelar los krapfen delicadamente con mantequilla fundida y caliente y cubrirlos de azúcar glass. Esto hará que el bollo parezca frito y que se levante ligeramente la corteza del resto de la masa, como en los krapfen fritos de verdad.
Se pueden congelar en cuanto se hayan enfriado y cuando los saquéis del congelador (un par de horas antes de consumirlos) se quedarán como recién hechos si los ponéis 3 minutos en el horno caliente.
Es una receta de Beatrice Ojakangas, del libro "The great holiday baking book".